jueves, 23 de abril de 2009

Día del libro y del autor.

Escrito por Francisco Briz Hidalgo

Un 23 de abril de 1564 nació William Shakespeare. Un 23 de abril de 1616 fallecieron Shakespeare, Miguel de Cervantes Saavedra y el inca Garcilaso de la Vega y, también, un 23 de abril nacieron y murieron otros ilustres escritores: falleció el poeta inglés William Wordsworth en 1850, nació en San Petersburgo Vladimir Nabokov en 1899, nació en Reykjavík en 1902 Halldór Kiljan Laxness, Premio Nóbel de Literatura, nació en París el francés Maurice Druon en 1918, nació el colombiano Manuel Mejía Vallejo en 1923 y falleció el español Josep Pla en 1981.

Por todas estas coincidencias esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue escogida en 1995 por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) para celebrar el «Día Internacional del Libro».
Los españoles los primeros
En España nos adelantamos a este acontecimiento. Alfonso XIII firmó en 1926 un Real Decreto por el que se creaba oficialmente la «Fiesta del Libro Español» que se celebraría el 7 de octubre, día del nacimiento de Cervantes.
La idea original fue propuesta e impulsada por el escritor valenciano, afincado en Cataluña, Vicent Clavel Andrés. El Real Decreto, redactado por el propio Vicente Clavel, enumera en sus 15 artículos los actos que debían celebrarse en centros docentes, cuarteles, establecimientos de beneficencia y penitenciarios que consistirían en dedicar una hora a la lectura de fragmentos escogidos de obras literarias «que exaltasen la Patria y el libro español».
A partir de 1930 se cambió la fecha al 23 de abril para conmemorar la muerte de Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. Con el cambio de fecha y la coincidencia con el día de «Sant Jordi» la celebración arraigó rápidamente en Cataluña y se hizo tradicional el intercambio y regalo de rosas y libros entre parejas y personas queridas. Esta tradición catalana fue uno de los argumentos utilizados por la UNESCO para declarar el 23 de abril «Día Internacional del Libro».
En otras regiones de España la fiesta se mantuvo con escasa importancia o incluso desapareció.
En 1964 se instituyó el 23 de abril como el «Día del Libro» de todos los países de lengua castellana y portuguesa. En 1993, la Comunidad Europea, proclamó el 23 de abril «Día Europeo del Libro». Finalmente, la UNESCO, en 1995, creó la celebración del «Día Mundial del Libro».
Parece que el 23 de abril estamos ante una fecha mágica, llena de coincidencias, en la que el azar unió para siempre a Cervantes y Shakespeare, dos grandes genios de la literatura universal. Pero, en realidad, esto no es exactamente así y vamos a intentar explicarlo.
Fechas erróneas
Algunas de las fechas que hemos mencionado no pueden comprobarse con exactitud o simplemente no son ciertas.
La fecha exacta del Nacimiento de William Shakespeare es desconocida. Sabemos que fue bautizado el 26 de abril de 1564, pero no el día que nació. Cervantes falleció el 22 de abril de 1616 en Madrid, pero fue enterrado el 23 de abril y popularmente se conoce esta fecha como la de su muerte. Vladimir Nabokov nació en San Petersburgo el 22 de abril de 1899.
El Calendario
Por último nos queda mencionar el Calendario. Julio César reformó el calendario en el año 45 a. C. estableciendo la duración de los años en 12 meses o 365 días. Cada cuatro años habría un año bisiesto con 366 días. Este calendario romano o juliano, que estuvo vigente en Europa hasta finales del siglo XVI, era unos minutos más largo que el solar (el año solar tiene una duración real de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,98 segundos) por lo que con el transcurso de los años se generó un importante desfase. El Papa Gregorio XIII, preocupado porque las fiestas religiosas se fueron desplazando a lo largo del año, impuso el calendario actual en 1582 en la bula «Inter Gravísimas». Este nuevo calendario, denominado calendario gregoriano, suprimió los diez días que iban desde el jueves 4 al viernes 15, del mes de octubre de 1582, por lo que ese año sólo tuvo 355 días.
Sin embargo, el calendario gregoriano no fue aceptado simultáneamente en todos los países europeos. España reformó el calendario el mismo día (4 de octubre) que Roma, de hecho Santa Teresa de Jesús murió el 4 de octubre de 1582 y fue enterrada al día siguiente, ¡es decir, el 15 de octubre!
Inglaterra no aceptó la reforma hasta el Siglo XVIII (septiembre de 1752). El mes de septiembre de 1752 sólo tuvo 19 días en los dominios británicos.
En 1616 en España estaba vigente el calendario gregoriano y en Inglaterra el calendario juliano. Por eso aunque digamos que Cervantes y Shakespeare murieron en la misma fecha, hay en realidad diez días de diferencia, porque Cervantes falleció diez días antes que Shakespeare.

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