sábado, 17 de octubre de 2009

La curiosa biblioteca sin estantes en Nueva York

La artista francesa Dominique Gonzalez-Foerster creó en la Hispanic Society of America, en Manhattan, una fantasía en la que los libros son seres vivos.

El trabajo presenta una biblioteca imaginaria desplegada con minuciosidad. En la misma, los estantes pasaron a ser obsoletos y los libros, como ejemplos de criaturas vivas, están presentados en dioramas ilusionistas que evocan los del Museo Americano de Historia Natural.

Franz Kafka, J. B. Ballard, Adolfo Bioy Casares y Gertrude Stein se encuentran agrupados en las profundidades del Atlántico Norte en su condición de escritores a los que Gonzalez-Foerster considera vínculos entre Europa y el continente americano. Jorge Luis Borges y Roberto
Bolaño se hacen mutua compañía en el desierto. En cuanto a Paul Bowles, Elizabeth Bishop y el poeta brasileño Oswald de Andrade, están clasificados como lo tropical y sus libros se encuentran desplegados en un diorama selvático. Si bien Gonzalez-Foerster, que tiene cuarenta y cuatro años, nació en Estrasburgo y estudió en Grenoble, hace mucho que se siente fascinada por la cultura sudamericana, sobre todo por la combinación tropical y modernista de Brasil, donde pasa la mitad del año. En su trabajo los libros siempre tuvieron una importancia conceptual como una suerte de materia prima, "casi como ladrillos", tal como ella los describe, si bien ladrillos que parecen casi sensibles a la manera posmoderna del texto liberado de su autor.

Ñ revista cultural.

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