miércoles, 1 de octubre de 2008

Los rechazos más sonados de la industria editorial

(...)Carlos Barral se pasó media vida lamentando haber rechazado publicar Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. André Gide, que trabajó de lector para Gallimard, devolvió En busca del tiempo perdido al editor con un comentario del que se arrepintió más tarde: "No puedo comprender que un señor pueda emplear treinta páginas para describir cómo da vueltas y más vueltas en su cama antes de encontrar el sueño". En definitiva, la obra maestra de Marcel Proust le parecía un tostón con magdalena.(...)
Ecodiario.

No hay comentarios: